Dumbledore y el secreto de la inclusión forzada

Ya que hemos alcanzado el tercer peldaño de la parcialmente abominable saga Animales Fantásticos, está quedando muy claro que contar buenas historias no es lo suyo.

Sin embargo, no vengo a quejarme de eso, ni de cómo “hace la defecación” sobre el canon del mundo mágico de Harry Potter, ya que de eso se han quejado otros y con mayor detalle del que puedo hacerlo yo.

Al momento de estar viendo la película notaba que ciertos personajes no aportaban la gran cosa o podían lograr más por sí mismos, pero todo se iba en una desabrida historia de desamor y aventuras informes. Esto es lo que veo como inclusión forzada.

Y sólo para estar claros en la perspectiva, un elemento es forzado cuando no había necesidad de tenerlo ahí o que su misma presencia no afecta el resultado final.

Los candidatos vacíos

La reina de corazón puro

Había dos personajes que pretendían ser los líderes de la Confederación Internacional, un mago chino y una maga brasileña. Entre los dos no dicen ni 5 líneas, pero más importante, no hay ninguna razón por la que cualquiera de ellos sería un digno representante de los magos del mundo.

Claramente son el elemento de diversidad sin preocuparse por hacerlos personajes reales, el clásico “ahí está, pa’ que vean que somos incluyentes”. Y sí, es un MUNDO mágico, debe haber personajes de todos lados, razas, costumbres y demás… pero en esta película no son más que pedazos de cartón, perdón, los más dignos pedazos de cartón.

 

 

Sirvientes de color

Hay dos personajes africanos, diferentes, pero que llevan al punto de servir para los demás, sin ser personajes en sí mismos.

La tragedia

Lally Hicks tiene doble drama, por una parte su papel es hacer quedar bien al muggle panzón (mi personaje favorito), ayudándolo con hechizos o diciéndole qué hacer, es la mente maestra detrás de la marioneta llamada Jacob, relegada al fondo. Y también la inician en una relación extraña con Newt, pues parecían llevarla a nivel de interés romántico cuando se encuentran por primera vez y luego se esfuma… Con todo, su personaje es el mejor librado porque la muestran dando madrazos mágicos a diestra y siniestra.

Además, tenemos a Yusuf Kama, cuya participación en la película es la más innecesaria y cruel de todas. Dejando de lado la falta de referencias a Senegal, Kama tiene la misión de infiltrarse en el bando del villano y para ello sacrifica la memoria de su hermana, un grave precio a pagar para… la emboscada más inútil de todas. En la escena revelación, Kama podía haberlos derrotado fácilmente sin necesidad de fingir que era parte del grupo. Sacrificó tanto para ganar tan poco, hasta yo pienso que eso es ruin.

Escritores sin pasión

Una de mis mayores inconformidades del film es la falta de pasión entre Dumbledore y Grindelwald, podría decir que quien escribió esa dinámica no sabe lo que es enfrentarse a tu expareja.

¿Amigos, son pareja?

Albus y Gellert son gays, y se separaron por sus diferencias en su plan de controlar el mundo mágico (y la muerte de la pequeña hermana de Albus). La combinación de situaciones y elementos se presta para que exista una enemistad encabronada, pero eso no estaba ahí y la razón es muy simple: nadie pensó en incorporar esos elementos de amor-odio porque no los consideraron una pareja.

Recordemos que Rowling hizo gay a Dumbledore de un plumazo, fuera de los libros, fuera del sentido, y por ello parece incapaz de imaginar cómo sería el despecho, el rencor y la melancolía por encararte con una persona a la que querías mucho y de quien ahora te sientes traicionado. Todas las minucias que hacen a una pareja, no están ahí, a pesar del buen desempeño de los actores.

Por si eso no fuera suficiente, el único personaje gay, no es invitado a la boda, en cambio se va caminando hacia el horizonte, como una figura trágica incapaz de disfrutar un momento de gozo por el amor que se tienen otros.

¿El fin de Rowling zombie?

Posible aspecto de la autora tras la funa cibernética

La verdad es que hablar de inclusión forzada suele hacerse por nenes llorones cuando no les gusta que en sus series y películas salgan personajes “diferentes”, pero hay que señalar cuando se es incapaz de producir un buen producto.

De esa forma, con una mediocre narrativa, entre escándalos (Rowling, Depp, Miller, Warner), y con unos escupitajos al canon de Harry Potter, puede pasar desapercibida la inclusión forzada.

Honestamente, no tengo interés en seguir viendo la saga, pero la realidad está en que no importa lo mala que sea una película, mientras haya gente que siga pagando por ver estas producciones con baja calidad narrativa. ¿Es lo peor del mundo? Claramente no, pero pudo haber sido algo mágico para nuestros corazones.

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¿Ustedes qué opinan, exiliados? A sus ojos, ¿es inclusión forzada? Me seguiré quejando de que a pesar de la buena actuación de Mikkelsen, Grindelwald nunca me pareció una verdadera amenaza. Pero en fin, lo que importa es que ya se acabó.

Si están interesados en más drama, lean lo que sucedió con Warren Ellis.

Author: JesmenJ

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