Por fin Fennec Shand hizo su esperada aparición en The Bad Batch, y por lo que se ve, no será una villana, se vale soñar que después se alíe con el “Lote Malo” (yikes) pero seguro volverá a aparecer.
En lo que descubrimos si la mercenaria trabaja para los Kaminoans, para el Imperio o para alguien más, los invito a seguirme con otra idea que refleja nuestra realidad: La manipulación gubernamental.
En este cuarto episodio, Omega nos señala algo a cuestionarnos y reflexionar: “¿Por qué están celebrando?” La respuesta es evidente, el fin de la guerra de los clones, pero como espectadores sabemos que la verdad es más complicada.
Las guerras, la muerte de los Jedi y la caída de la República (incluyendo la democracia) fue una magnífica obra orquestada por Palpatine. Peleaban una guerra arreglada y la galaxia se vio dividida por la sed de poder de “Un. Único. Individuo”. Como mexicano, puedo ver las desgracias que eso ha traído a mi país.
Pero no se queda ahí, toda esa gente está celebrando una mentira, y son manipulados para creerlo, han sido engañados y derrotados, pero creen que es lo contrario. Al mismo tiempo, el Imperio les está exigiendo cambios y registrarse para perder sus libertades, pero todo eso es gracias a la generosidad del Imperio.
Cuan fácil es hacer lo mismo en la realidad, negar los hechos, desdecirse, aplastar a los oprimidos y alegar que es por el bien de unos. ¿En cuántos lados no hemos visto lo mismo? Una y otra vez, lo más probable es que nos la estén aplicando ahora mismo en algo sin que nos demos cuenta. Ése es el reflejo de The Bad Batch esta vez.
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Mientras que el episodio me pareció flojito pero aceptable, me decepcionó que nos mostraron Pantora y no había ni rastro ni mención a Riyo Chuchi, amiga de Ahsoka y representante de ese planeta.
Veremos que nos traen los siguientes episodios.
