Carrie Fisher nos ha dejado. No hay noticia más fulminante que se haya recibido el día de ayer en el medio artístico. 2016 ha sido uno de los años más tristes del medio artístico. El cine y el mundo de la música han sufrido grandes pérdidas este año. Y tristemente la querida Princesa Leia se ha unido a selecto grupo de estrellas que hemos perdido este año.
Carrie Fisher se puede decir que tuvo una peculiar carrera en el mundo del cine. Con sólo 19 años debutó en el séptimo arte en el filme «Shampoo» (1975) protagonizado por Warren Beatty. 
Dos años después obtuvo uno de los papeles más icónicos del mundo del cine en Star Wars (1977) como la hermosa Princesa Leia Organa. EL filme de George Lucas catapultó la carrera de Fisher y la convirtió en la princesa más querida del séptimo arte.
Más allá del universo Star Wars que la acompañó hasta el final de sus días, Fisher acompañó a su buen amigo John Belushi y a Dan Aykroyd en la comedia de culto «Blues Brothers» (1980).
La carrera de Fisher estuvo repleta de papeles secundarios tanto en cine como televisión a pesar del éxito de Star Wars. Y Fisher logró superar la adicción a las drogas y antidepresivos que marcaron su carrera desde temprana edad. Incluso por su uso excesivo de la cocaína durante el rodaje de Star Wars The Empire Strike Back (1980) fue aconsejada por el propio John Belushi (vaya ironía).
La vida de Fisher no solo estuvo vinculada al cine y la televisión. También ejerció de escritora, destacando la novela semi autobiográfica Postcards from the Edge que en 1990 fue adaptada al cine por el director Mike Nichols y con la propia Fisher adaptando el guión. Fisher escribió otras novelas como Surrender the Pink y Delusions of Grandma y usó esta experiencia en algunos proyectos como guionista.
Más allá de sus problemas personales y de su multifacética carrera, Carrie Fisher será recordada por lo que hizo de la Princesa Organa. Hizo suyo el personaje. Dándonos un personaje fuerte y sensible a la vez y con un derroche de carisma indiscutible. Y su muerte el día de ayer nos ha dejado sin palabras y sólo podemos limitarnos a sentirnos como se siente Mark Hamill en estos momentos.
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Adiós querida princesa.
